domingo, 30 de enero de 2011

Simples pensamientos...

Eres como un soplo de aire frío en pleno desierto. Siempre sabes encontrar las palabras adecuadas para hacerme seguir adelante. Cuando estoy a tu lado siento que soy invencible, pero en cuanto te alejas de mí me siento la persona más indefensa del mundo.
A menudo me asaltan sentimientos contradictorios, pero entonces apareces tú y con tu única presencia puedes borrar las nubes de este cielo de cartón.
No es dependencia lo que siento, es necesidad de ti, necesidad de saber que por más locuras que cometa tu estarás allí para llevarme por el buen camino cuando la oscuridad me atrapa en sus redes, ayudándome a salir del túnel en el que me interno con frecuencia. Necesito ese contacto que solo tú me puedes dar para hacerme más fuerte cada minuto que pasa.
No quiero pensar en el pasado, ni tampoco en el futuro, lo único que deseo es poder vivir el presente a tu lado y sentirme cada vez más invencible, porque lo que antes era complementación, ahora es necesidad de ti...




***Lunnaris***

sábado, 22 de enero de 2011

Solo tú

Cuando te escucho todo mi cuerpo se estremece ante tan bellas palabras que eres capaz de pronunciar. No hablas para todos, ni tampoco todos son capaces de entenderte, pero cada vez que te escucho parece que me hablas un código cifrado que solo tú y yo somos capaces de entender.
Tu silueta es como la de una diosa, imposible de recrear o imitar por el simple hecho de que todo en ti es único.
Solo tú eres capaz de llegar hasta el corazón más triste y abatido devolviéndole todo el color a la vida. Tu voz es como el canto de una sirena que te hechiza, te enreda y te vuelve loco. Es una condena dulce el escucharte, una condena capaz de transportarte hasta el firmamento, haciéndote soñar con todo aquello que más anhelas.
A veces me despierto en plena noche llorando por tu ausencia, pero aunque ya no te tenga a mi lado sé que siempre estarás en mi corazón y guiándome en mi largo camino hacia la vida que me espera y dándome ánimo para levantarme cada vez que me caigo porque solo tú sabes cómo consolarme cuando la tristeza se apodera de mí.
Gracias por todos aquellos momentos que pasamos juntos y a pesar del tiempo siempre tendrás parte de mi corazón contigo.



***Lunnaris***

domingo, 16 de enero de 2011

La puerta misteriosa (2ª parte)

Tras aquella puerta, similar pero diferente, a aquella puerta misteriosa que tanto le había costado abrir, se encontraba una bellísima mujer. Pero espera, no, no era una simple mujer, era el primer ángel que aparecía en su vida. A pesar de esto estaba seguro de que era el más bello que podría existir y que jamás podría ver.  Al dar un paso hacia ella notó un cosquilleo, anhelaba tocarla, besarla apasionadamente, había caído rendido al amor de sus encantos pero ese cosquilleo no traía nada bueno.


Su cerebro despertaba, aquella visión se esfumaba, poco a poco su alrededor se convertía en humo, había abierto sus ojos, llegaba un nuevo día en prisión. Suena la alarma, hora del desayuno, todos los presos salen de sus celdas y se dirigen al comedor comunitario. Otra vez el mismo desayuno de siempre, un vaso de leche y apenas cuatro galletas, cuando el desayuno termina todos los presos vuelven a su respectiva celda y en su cabeza sigue la misma imagen, aquel ángel. Por sus venas corre la misma sensación que antes de salir de su celda, la ansia de volver a dormir, a soñar, el deseo de que llegue de nuevo la noche. Por más que trata de dormir no hay manera, tendrá que esperar la compañía de la luna.


La alarma suena otra vez para la hora de la comida y el mismo ritual. La tarde pasa más rápido de lo que esperaba, la luna asoma en el horizonte y con ella vuelve la esperanza. Aún tarda en dormirse, la agitación por verla no le deja. El cansancio hace preso a su cuerpo, sus párpados se caen y al fin está de nuevo dormido. Vuelve de nuevo su sueño, aquella puerta que ahora sabe cómo abrir, cierra sus ojos e imagina que desaparece. Una vez más la puerta y el muro desaparecieron y los prados y aquella cabaña volvieron. Esta vez su ángel estaba esperándolo allí de brazos cruzados sobre una silla. Chispas de pasión saltaron por la sala y sus almas se unieron en un apasionado y eterno beso. Aquella mañana nunca más pudo volver por aquella puerta, amaneció en la prisión, un preso menos que alimentar, una persona menos que encerrar, tan sólo una muerte más y una eternidad repleta de felicidad. Así dejó el mundo viviendo en un sueño, muriendo por un ángel, su ángel de la misteriosa puerta.


                                                        Fin.






**Elfen**

sábado, 15 de enero de 2011

La puerta misteriosa


Aquel joven que tantas otras veces había venido hasta aquí una vez más llegaba, se acercaba a esa puerta, puerta que como siempre seguía cerrada. Noche tras noche se hallaba ante aquella puerta infranqueable que por más que trataba de abrir era imposible. Insistía pero no podía, aquella infranqueable barrera abría un mundo de distancia entre ambos lados. Y tras esas rejas de fino y elegante cristal sentía presa su alma, embargada por el dolor de haber sido privado de su libertad. Sin embargo allí como un libro abierto que parecía estar en la página equivocada pasaba noche tras noche, enfrente de aquella puerta engañado por su subconsciente.


Las noches pasaban en su encierro, bajo su lecho las ratas correteaban en busca de basura, aquel lugar inhóspito era su injusta condena, desproporcionada al crimen cometido. Con cada largo segundo de encierro deseaba conocer lo que tras aquella puerta se escondía, ignoraba que aquella era la noche, había descubierto el modo. Aquella noche a pesar de estar sumergido en la rutina era diferente, sus ojos se cerraban lentamente, dormía y de nuevo en sueños aquella puerta. Como siempre intentó por todos los medios abrirla hasta que al fin dejó volar a su imaginación, libre, al compás del viento entre los prados, las copas de los árboles, en un suspiro la puerta y el tabique que la sujetaba habían desaparecido. Las cadenas que lo sujetaban se desvanecieron con un simple guiño de ojos, y allí se encontraba completamente absorto ante lo que estaba viendo. Ante sus ojos se extendían largas praderas, allá en el horizonte se veía una columna de humo, prados llenos de colorido altas copas rozando las nubes de un claro cielo azul donde el trinar de los pájaros taladraba sus tímpanos con una dulce melodía. Avanzaba caminando despacio, con cautela, y con cada paso quedaba más maravillado, la curiosidad hizo que se acercase a ver que era aquella columna de humo.
A medida que se acercaba se vislumbraba una pequeña cabaña y un delicioso olor a comida como hacía años que jamás percibía manaba de su chimenea atrayéndolo e invitándolo a pasar. Una vez más una puerta, esta vez se encontraba abierta, un solo paso más, la obertura cada vez dejaba ver más el interior de aquella cabaña y allí dentro pudo contemplar una de las cosas más bellas que jamás había visto….






To Be Continued…..


**Elfen**


Miedo (2ª parte)

Siete de la mañana. Suena el despertador y se asoma una mano para apagarlo. Al cabo de unos minutos, de entre las sábanas, emerge una cara demacrada, perlada con unos pequeños ojos verde esmeralda y decorados con dos sombras de un ligero color morado.
“Otra vez la misma pesadilla”, pensó ella, pero en el fondo no era la misma porque algo ha cambiado.
La sombra tan conocida por ella ya no le infundía miedo, todo lo contrario, esta vez le inspiró tranquilidad y algo más… Hace dos meses que tiene el mismo sueño, pero sin darse cuenta, cada noche cambia algo.
Esta vez la sombra se acercó lentamente a ella, como esperando que saliera corriendo en cualquier momento, pero cuando la miró parecía que estaba llorando y tenía una enorme tristeza dibujada en los ojos. A pesar del miedo que pudiera sentir en aquel momento se quedó quieta esperando que pasara algo, pero lo único que pasó fue que la sombra dijo las dos únicas palabras que la chica no se esperaba oír: “Te quiero” y volvió a desaparecer.
Después de aquellas palabras ella se quedó petrificada en el acantilado sin saber qué pensar o qué hacer, así que decidió hacer lo único que podía en aquel momento: esperar. Pero la espera no duró demasiado porque de repente a su derecha volvió a aparecer la sombra, “su sombra”. Ese pensamiento la hizo estremecerse porque hasta aquel momento nunca había pensado en aquella invención de su subconsciente como algo suyo.
Aquella noche el sueño se terminó demasiado pronto para ella, pero antes de despertar del todo ocurrió algo: “No temas porque cada vez que desees verme te estaré esperando aquí, en tu sueño donde sólo tú puedes decidir lo que va a pasar a continuación”. Volvió a escuchar su voz, pero no fue una voz real, sino como si alguien hablara en el más recóndito lugar de su mente y aquellas palabras resonaron en su cabeza durante las horas siguientes intentando encontrarles un sentido.
Se pasó el día entero analizando cada palabra, el timbre de voz e incluso la entonación para averiguar si esa sombra tenía algo que ver con la vida real o era tan solo un fruto de su imaginación, pero no sacó nada en claro, ya que no conocía a nadie que hablara de aquella forma.
A la caída de la noche no sabía si dormir o intentar estar despierta toda la noche, ya que la idea de ver de nuevo la sombra la hacía sentirse extraña. Le parecía una locura desear con tanto ahínco soñar con una sombra de la que no sabía nada, pero finalmente el sueño la venció y se vio de nuevo en aquel acantilado tan conocido por ella. Pero esta vez no apareció la sombra sino otra cosa completamente diferente.
A su lado apareció un chico alto, moreno, de ojos verdes y un rostro verdaderamente amigable y en cada rasgo de su rostro había algo que ella conocía muy bien. Allí veía los ojos de su madre, el pelo de su padre y la sonrisa de su abuelo al que tanto quería y echaba de menos desde su fallecimiento. Entonces se atrevió y por primera vez preguntó al chico:
“¿Quién eres y por qué estás aquí?” Al pronunciar esas palabras se dio cuenta de que ella no despegó los labios en ningún momento y que aquella pregunta la hizo desde su mente.
Al escuchar la pregunta, el chico le contestó amablemente: “Soy todas aquellas personas a las que tú quieres y que siempre llevas en tu corazón”
“Si eres todos mis seres querido, ¿por qué sentía tanto miedo las primeras veces que te vi en mis sueños?”
“Por una simple razón: porque como todas las personas del mundo, tú también tienes miedo a la soledad y a lo desconocido que está a tu alrededor, pero no es malo sentir miedo. Es malo sentir miedo y no ser capaz de reconocer lo que sentimos, por eso sentiste la necesidad de escapar cuando nos vimos por primera vez. Por eso no adquirí ninguna forma en concreto hasta ahora, porque la oscuridad o la sombra que era antes es algo tan ambiguo que no somos capaces de ponerle un rostro en concreto hasta que no reconocemos que le tememos a algo.”
“Y, ¿por qué la otra noche me dijiste “te quiero”?”
“Porque todas las personas que llevas en tu corazón también te quieren y lo único que desean es que encuentras la felicidad”
Al escuchar eso, ella se dio cuenta de que el chico tenía razón en todo lo que había dicho. Desde siempre le había temido a todo lo que tenía que ver con lo desconocido. Temía verse sola y no saber qué camino coger en algunos momentos de su vida, por eso se encerró en sí misma, para no tener que arriesgar nada, pero inconscientemente arriesgó muchas cosas. Puso en juego a su familia, sus amigos e incluso su propia felicidad y futuro, ya que viviendo diariamente con el miedo no era capaz de ver más allá de sus temores.
Al reflexionar sobre lo que le dijo el chico vio como el acantilado se transformaba lentamente en un bonito parque donde los árboles eran tan grandes que no se podía distinguir dónde terminaban sus copas, pero a pesar de eso, el sol podía hacerse un hueco entre las ramas y dejar que su calor contribuyera libremente al crecimiento de las plantas de aquel lugar.
Esa misma mañana no hizo falta que la despertara nadie, ya que el sol se dejaba ver entre las cortinas de su dormitorio acariciando suavemente la silueta de sus paredes y sonriéndole a ella y solamente a ella. Y después de mucho tiempo se sintió más ligera, como si con su último sueño hubiese dejado en aquel solitario acantilado todo el peso que llevaba en su corazón.
Por fin se animó a salir de su cama y bajar a desayunar con su familia. A verla todo el mundo bajar las escaleras con su inconfundible sonrisa su madre no vio a una hija abatida sino a una chica que finalmente está empezando a vivir de verdad.
Es verdad que el miedo a la “nada” no se puede superar de la noche a la mañana, pero ella tuvo el valor de reconocer sus miedos y poco a poco la luz de sus ojos volvió a brillar.


Fin


***Lunnaris***

martes, 11 de enero de 2011

Será tu día


 

Amanece ya en los verdes campos,
emerge el sol de la clara mañana,
sus rayos inundan de luz los llanos,
y la brisa de la montaña emana.

Abre los ojos y contempla las flores,
los pájaros trinan su dulce melodía,
admira como se invade de colores,
despierta, te saluda un nuevo día.

Abre tu ventana, deja que el sol entre a verte,
los tímidos rayos que desliza por tu persiana,
desperezan tu mente déjate por él quererte,
¡A desayunar! Despertó tu pequeña hermana.

Sal por la puerta, estira tus brazos,
contempla el cielo atentamente,
dibuja una sonrisa en él a trazos,
y píntala bien guardada en tu mente.

Las sombras de ti se alejan tímidas,
a nada temes, muestra, da tu alegría,
a aquello que te dolía ahora intimidas,
respira tranquila que hoy, será tu día.

**Elfen**

Bueno pues esta primera entrada quiero dedicarsela a mi manita porque lo merece, por todos esos momentos que desde que te conozco pasamos juntos, los buenos y especialmente en los malos como tal vez pueda ser lo venidero, pero sobre todo porque espero verte así cada día de tu vida, desperezada con una sonrisas dibujada a trazos, bien guardada en tu mente, pero principalmente impresa en tu boca porque quiero que la alegría llame a tu puerta cada día y salgas a recibirla con los brazos abiertos, porque me apetece y porque TE QUIERO UNA MONTONERA! Un besazo enorme para ti manita, gracias por participar con nosotros en el proyectillo de este blog, y a todos los demás por acompañarme aquí en nuestro rincón. SE OS QUIERE =)

Miedo

Siempre se repite lo mismo: aparece en el filo de un escarpado acantilado llorando. No sabe el porqué de aquellas lágrimas, pero siempre tiene la misma sensación de pérdida.
Después, desde las sombras emerge el peor monstruo que haya existido jamás. Se da la vuelta y lo puede ver claramente: es una imagen sin rostro, pero a pesar de eso le inspira mucho terror. Empieza a temblar y quiere gritar, salir corriendo, pero algo la sujeta firmemente en el suelo para que no pueda moverse. No quiere mirar, pero finalmente, desde su más recóndito lugar del corazón decide enfrentarse a su miedo a levantar la vista.
Consigue mirar a través de la niebla que los rodea a los dos y, por primera vez, se da cuenta de que la sombra la está mirando detenidamente; la observa como si de ello dependiera su vida. Algo en su mente le grita que escape, que vuelva a bajar la vista y corra lo más rápido que pueda, pero correr ¿adónde? Porque ni siquiera ella sabe dónde se encuentra. Además…esa mirada la captura por completo.
Es una mirada que la fascina, pero a la vez le da miedo. Es una mirada llena de ternura, que parece que quiere comunicarle algo, pero no sabe cómo averiguar qué intenta decirle y por fin se arma de valor y da un paso al frente. Seguido de ese paso llega otro, y otro, pero de la nada empieza a soplar un viento huracanado que parece que le está hablando. Un momento, sí, le está hablando de verdad, pero ¿ qué dice?
La está advirtiendo que no siga adelante, que es una locura, que con cada paso que da se acerca más al peligro,  pero ella decide no hacer caso a la advertencia y da otro paso, con la diferencia de que la sombra desaparece y ella se vuelve a quedar sola en el acantilado y esta vez, llorando incluso más que antes…

Continuará…



***Lunnaris***

lunes, 10 de enero de 2011

Días melancólicos.

La lluvia cae, el viento suena, nadie con quien hablar, nadie con quien pasar la tarde.
Intento no pensar en el pasado, intento no mirar atrás, seguir adelante como si nada hubiera pasado, como si ya no estuvieras en mis recuerdos, como si nunca hubieras formado parte de mi y de mi vida.
A veces la vida es dura, mucho. Pero eso me ayuda a ser más fuerte y saber qué es lo que no quiero en la persona que me va a acompañar durante el resto de mi vida, si es que la encuentro.
¿Será mejor que pasemos a ser desconocidos? No lo sé, necesito tiempo para responder esta respuesta, pero no saber de ti, aunque haga daño en lo más profundo del alma, es lo que quiero y lo que tengo que hacer para salir de esta tristeza.
Te deseo lo mejor, aunque no lo hayas hecho bien.
Hasta siempre y hasta nunca. Todo quedará en un triste "pudo ser".



Nathyel