miércoles, 6 de julio de 2011

Diario de una adolescente

06/07/2011

Llevo más de una semana encerrada en mi cuarto pensando en una sola cosa: tu mirada. Esa mirada que me hace perderme en un mundo donde todo es posible, donde cualquier deseo se puede cumplir. Desde el primer momento que te miré a los ojos supe que esta vez sería diferente. Supe que en cuestión de minutos sería capaz de ir hasta el fin del mundo por ti.
A cualquier persona que le hablo de mis sentimientos hacia ti me dice que no es posible que exista tal atracción por una persona, pero nadie sabe cómo “piensa” mi corazón, como tampoco nadie sabe cuánto llora cuando llega la hora de la despedida.
Todavía no me hago a la idea de quererte tanto porque desde que apareciste en mi vida eres como ese rayo de sol que necesitaba en mi vida. En cuanto pronunciaste la primera palabra sentí como si te conociera de toda la vida, como si hubiésemos nacido al mismo tiempo. Cada vez que te miro a los ojos y me veo reflejada en ellos este sentimiento que llevo dentro se hace cada vez más grande.
Todo esto puede parecer una locura, pero quiero gritarle al mundo entero que mi corazón es tuyo, incluso antes de saber que podía existir alguien como tú en este mundo. Cada día que pasa mi necesidad de tenerte entre mis brazos se intensifica de tal manera que eres mi único pensamiento día y noche.
Sí, quiero que todo el mundo sepa cuánto te quiero y que mi único objetivo es hacerte feliz, pero primero debo ser valiente para confesarte mis sentimientos a pesar de la gran amistad que nos une. No sé hasta qué punto esto podrá afectar a nuestra amistad, pero deseo de todo corazón poder decir que somos algo más que amigos, y sobre todo, quiero poder dejar de soñar contigo y con tus besos…




***Lunnaris***